Existen algunas situaciones cotidianas que nos dificultan la comunicación en las relaciones. Puede ser que nosotros las provoquemos, que otras personas las provoquen o que lo hagamos ambas partes.

Detengámonos un poco y reflexionemos sobre ellas.

1 Cuando una persona no reconoce los logros de otra y dice que "todo lo hace mal".

A veces sucede que algunas personas no reconocen a otras lo que son, les hacen sentir que no saben hacer las cosas, que nada les sale bien, que todo el tiempo se equivocan. Este tipo de mensajes pueden dañar la autoestima y hacer sentir muy mal, además de que no ayudan a que se superen los errores.

2 Cuando una persona manda un doble mensaje y es contradictorio.

En ciertas ocasiones al comunicarse se pueden mandar dos tipos de mensajes al mismo tiempo: uno puede ser agradable y el otro desagradable, lo que se le dice a la otra persona casi siempre va acompañado de un "pero", o de un "si, pero no". Esto provoca confusión, y con frecuencia se queda grabado más el mensaje desagradable.

3 Cuando una persona ignora a otra.

Alguien puede rechazar el acercamiento y la comunicación con una persona, pero no lo dice directamente, sino que se hace la "desentendida"; sin embargo, se hace ver su indiferencia. Esto puede ocasionar un cierto malestar y tal vez el alejamiento de la persona que se siente rechazada.

4 Cuando se culpa a una persona de la situación de otra.

En algunas ocasiones alguien puede hacer sentir a otras personas que son responsables de algo, que tienen la culpa de ciertas cosas que no salieron como ese alguien quería. Algunas personas enojadas y desesperadas a veces dicen cosas muy hirientes. Este tipo de mensajes dañan enormemente la seguridad de las personas.

5 Cuando una persona supone o "adivina" lo que piensa o siente la otra.

Alguien cree saberlo todo, antes de que se le diga nada, ya sabe que pasó, supone lo que está sintiendo el otro y saca sus propias conclusiones; esto puede ocasionar rumores o malos entendidos porque se están interpretando las cosas de forma equivocada.

6 Cuando se utilizan las palabras "SIEMPRE Y NUNCA".

El decir que algo "siempre ocurre" y utilizar las palabras "siempre" o "nunca", de manera negativa y contundente, pondrá barreras de comunicación difíciles de saltar, esto puede cerrar puertas y evitar la posibilidad del diálogo.

7 Cuando no se escucha al otro.

En algunas ocasiones puede pasar que al estar hablando con otra persona no se le escuche atentamente y solo se esté pensando en lo que se quiere decir, entonces se pierde lo más importante de la conversación: el intercambio de ideas.

8 Cuando una persona siempre se está adelantando al futuro de manera pesimista.

En ocasiones algunas personas siempre están pensando que las cosas van a salir mal antes de que ocurran, lo que provoca que "contagien" a otras con su pesimismo y además, ni siquiera intenten realizar un acto, una idea o perseguir un objetivo. Los demás prefieren no acercársele para no sentirse desanimados.