Testimonio de Luz Teresa

S. Luz Teresa. Persona con SIDA. Nació en San Jerónimo, Guerrero, donde vivió hasta 1988, año en que se fue a radicar a Toluca para estudiar ciencias de la comunicación. Su padecimiento se originó en 1986 cuando, al presentar sangrado del tubo digestivo alto, causado por úlceras gástrica y duodenal, fue sometida a cirugía en la que requirió de transfusiones, alguna de éstas le causó la infección por VIH, ya que no existían otros factores de riesgo. Como complicación de esa primera cirugía desarrolló peritonitis, requiriendo nuevas cirugías. En 1989 inició las manifestaciones clínicas del SIDA, cursando con infecciones oportunistas como candidiasis esofágica, histoplasmosis generalizada e infección por micobacterias. En marzo de 1992 se le diagnosticó coriorretinitis por citomegalovirus. En 1993 comenzó a padecer incoordinación motora, alteración gradual del estado de conciencia y se le diagnosticó toxoplasmosis cerebral. Durante los siguientes dos años presentó trastornos gastrointestinales, ataque al estado general, síndrome hemorrágico y pancitopénia. Falleció el 1 de marzo de 1996, Luz Teresa luchó ocho años por mantener una vida satisfactoria y productiva, a pesar de múltiples complicaciones.
Escribió poemas y composiciones relacionadas con sus experiencias, como el que transcribimos a continuación:

¡Auxilio! Se me está acabando el oxígeno,
tengo SIDA, soy un enfermo de SIDA.
Quiero gritarlo
para poder vivir en paz
y saber con quién cuento
y quién me rechazará.
¡Silencio! ¡Cállate!
Habla más bajo que te pueden oír
y me callo y me resigno
no por mí, por mi familia
porque la gente insensata
que, lamentablemente,
es mucha todavía,
por el simple hecho de saber
que conviven con una persona
como yo, los señalaría
¡me ahoga esta miseria!
¿Por qué a ellos que son
los únicos prudentes?
¡Maldición!
¿Cuándo aprenderán a distinguir
qué es lo que vale de la vida?
¿Cuándo aprenderán
a respetar el silencio?
¿Cuándo dejarán de cuestionarme
si estás o no infectado?
¿Cuándo cambiarán el morbo
por comprensión o cariño?
¿Cuándo?
¿Cuándo sabrán ser amigos?
Espero que no sea dentro de
mucho tiempo.
Porque si esto sucediera,
nadie más tendría que mentir
y ocultar su mal,
nos haría ciudadanos de nuevo,
nos cuidaríamos mutuamente,
porque como nosotros estamos
mucho más conscientes
de cuán dura
es nuestra enfermedad
quisiéramos que nadie
más sufriera
esta larga agonía,
igual que nuestras familias
y nuestros doctores,
aquellos que sabiendo la verdad
nos tocan, nos cuidan
y nos quieren
y no se infectan
y hacen que nos sintamos bien
y nos alientan a que,
por encima de nuestros problemas,
tracemos nuevas metas,
que en ocasiones
estemos contentos,
que no nos impacientemos
y que no olvidemos del todo
nuestra capacidad de amar.
No, no les estoy pidiendo amor,
sería una propuesta absurda,
sólo les pido comprensión
y eso es mucho más sencillo
soy un enfermo de SIDA
que simplemente,
quiere vivir en paz.


Amigos contra el SIDA, «Testimonio de Luz Teresa», en SIDA hoy, México, 1997.

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